Una vez pasado el evento y visto el vídeo de la presentación, queda por hacer alguna reflexión. Todo lo anunciado lo podéis ver en el post en el que hicimos el seguimiento en directo del evento (por cierto hemos batido el récord de visitas, ¡gracias a los que seguisteis el evento con nosotros!).
La primera sensación es la del enorme interés que ha despertado el SDK, no ya por el seguimiento sino por la avalancha de accesos al sitio de descargas. Es la primera vez que los servidores de Apple se caen de esa manera ante el anuncio de un software. Han pasado 4 horas desde que se activó la descarga y la web sigue sin responder, puede que la infraestructura de red para la parte de desarrollo no sea tan robusta como otros servidores de Apple.
No ha habido anuncios referentes a hardware, por lo que ni palabra del iPhone 3G y tampoco de la salida del iPhone a nuevos mercados. Sólo se habló de desarrollo de software.
La arquitectura del iPhone es muy robusta y completa, me atrevería a decir que no hay nada parecido en el mercado a día de hoy. Además coincide casi en su totalidad con la del Mac, por lo que Apple está creando una base de desarrollo con múltiples dispositivos sobre los que desarrollar. Ahora más que nunca el verdadero Mac tablet es el iPhone y las variantes que vendrán.
El modelo de distribución elegido por Apple me parece el adecuado, una aplicación al estilo de iTunes permitirá acceder al software directamente desde el iPhone. Apple permite la distribución de software gratuito y al comercial le pide un 30%, algo asumible si tenemos en cuenta que el sistema pone la aplicación en frente de millones de posibles compradores. El precio de 99$ a pagar para inscribirse en el programa asegurará un mínimo de interés en los desarrolladores.
Obviamente Apple decidirá que software distribuye y cual no, y ya nos dice que nada de cosas ilegales, porno y aplicaciones para liberar el iPhone.
El SDK, basado en Xcode, incluye un emulador del iPhone por lo que se podrá programar aplicaciones aún sin tener un iPhone.
Para estimular a toda una industria, se crea un fondo de capital riesgo de 100 millones de dólares dispuestos a invertirse en los proyectos más innovadores. Si a ello le sumamos el compromiso de Apple para llevar el iPhone a las empresas, tendremos un dispositivo multifunción capaz de competir con una Blackberry y un PSP sin despeinarse.
Todo pinta bien y uno se pregunta cómo Jobs no vio todo esto inicialmente, ya que el SDK es fruto de la presión de los desarrolladores y de la comunidad hacking.
Quedan algunas dudas sobre el futuro de los iPhone ahora liberados y jaibreakeados. Y cómo controlará Apple la distribución de software, ya que si desde el SDK podemos instalar la aplicación en el iPhone, el usuario podría usar esa ruta para instalar aplicaciones no oficiales. Supongo que el DRM y los certificados digitales tratarán de impedirlo.
Lo peor es que todo esto no llegará hasta junio, además el iPhone 2.0 no será 3G con lo que parece que se aleja en el tiempo esa opción. Veremos que sucede en los próximos meses y sobre todo qué opina la comunidad hacking del SDK.
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