El nuevo Office ha merecido elogiosos comentarios de mis colegas de otras publicaciones. Es evidente que debo tener algún problema, ya que considero que, en lo relativo al uso cotidiano, el Office 2011 es un gran retroceso.
Ahora bien, no me malinterpreten. Tiene muchas cosas nuevas importantes, algunas muy bienvenidas. En el Word, el despliegue de una pantalla completa oculta todo lo demás, de modo tal que el usuario se puede concentrar en escribir. Ahora el Outlook almacena cada mensaje como un archivo de texto separado en el disco rígido en lugar de usar una base de datos enorme, lo que significa que los backups de Time Machine son mucho más rápidos. (La desventaja es que cambiar de archivo en el Outlook –y bajar mensajes- es muy lento.)
Todos los programas se abren mucho más rápido. Antes el Word tardaba 18 segundos, mientras que ahora se abre en siete. El Outlook tiene ahora conversaciones conectadas (conversation threading) y una bandeja de entrada unificada, si a uno le gustan los mensajes ordenados de esa forma. Son muchos, pero muchos más los elementos de formateo que sobreviven a la transferencia de documentos entre la Mac y Windows, y ahora se puede colaborar en documentos guardándolos directamente en el espacio de almacenamiento gratuito SkyDrive de Microsoft y usando la versión online limitada del Office.
Por otro lado, yo trabajo en mi casa. No manejo cifras en el Excel, no colaboro en una red y no sabría distinguir una tabla dinámica ni aunque la tuviera ante los ojos.
Uso el Word para escribir, pero no diagramo páginas, no diseño páginas web ni edito fotos, de modo que esas mejoras para mí no significan nada. No uso el calendario incorporado del Outlook, ya que no se sincroniza con el calendario de Google y, por otra parte, los demás integrantes de mi familia no lo pueden consultar en sus computadoras. (Usamos BusyCal, que es fantástico.)
Lo que sigue, por lo tanto, es un comentario en extremo personal sobre el Word y el Outlook.
La Mac ahora comprende el Ribbon, una barra de herramientas horizontal que está incorporada al Office para Windows. Lo que no entiendo es esto: la última vez que me fijé, todas las pantallas de las computadoras eran más anchas que altas. Nadie quiere reducir ese limitado espacio vertical de pantalla con elementos de interface como el Ribbon. ¿Acaso no preferimos que esos controles estén a un lado, como en el caso de la Paleta de Formateo del anterior Office para Mac?
Se puede anular el Ribbon, claro, pero es un dolor de cabeza hacerlo cada vez, a pesar de lo cual siguen viéndose los nombres de las solapas (una por cada Diseño, Cuadros, Revisión, etc.), y lo peor es que no se las puede cliquear para abrirlas, lo cual es enloquecedor.
En el Word, siempre escribo en Borrador, una página infinita. (¿Para qué molestarse en desplazarse por grandes márgenes vacíos y falsos cambios de página cuando se está editando en la pantalla?)
En el Word 2011, sin embargo, el espaciado de caracteres en modo Borrador es tan caótico que resulta insoportable usarlo. Las letras literalmente se mezclan, lo cual es muy desagradable.
Los macros están de vuelta, lo que es genial. Por fin, pensé, voy a poder automatizar la serie de operaciones de búsqueda y reemplazo necesarias para preparar mi columna semanal para su uso en e-mails de texto (convirtiendo las comillas tipográficas en comillas rectas, por ejemplo).
Pero el nuevo panel Buscar/Reemplazar del Word también es caótico. No se puede pasar de la casilla Buscar a la de Reemplazar, sino que hay que cliquear con el mouse en cada una, pero el Macro tampoco entonces registra las operaciones de búsqueda/reemplazo. (Microsoft me enseñó un rodeo: se puede usar la casilla de Búsqueda Avanzada, si se sabe cómo encontrarla. Pero eso no es algo que se encuentre en la Ayuda online.)
Mi mayor decepción, sin embargo, fue el Outlook. Los demás comentaristas alabaron su velocidad. Mi copia queda congelada cada vez que está "sincronizando" (mandando o recibiendo e-mail). No responde hasta que la operación se completa.
Lo que es aun peor es que Microsoft podó ese programa. Muchos de los mejores comandos y herramientas que usaba en Entourage, su predecesor, han quedado eliminados.
Entre los comandos que faltan están Reenviar (permite reenviar un mensaje enviado, por ejemplo, a un nuevo destinatario); Editar Mensaje (excelente si hay un fondo o una fuente que hace ilegible el mensaje); Limpiar Texto (arregla esos mensajes de múltiples reenvíos que tienen un millón de llaves >>> de reenvío o elimina desagradables saltos de línea); Redirigir (permite reenviar un mensaje y que el remitente original siga figurando en "De"); y la opción de usar los mismos atajos de teclado para editar texto que uno configuró en el Word.
También hay abundancia de defectos. Si se usa el comando Enviar como Adjunto del Word, por ejemplo, se termina con un mensaje saliente en el Outlook, pero sin la firma de uno. Hay que agregarla de forma manual. Para colmo de males, el cursor no aparece solo en la casilla A para que pueda ponerse la dirección. Hay que cliquear en ese lugar.
También el AutoCompletar del Outlook es un caos. Mi editor no entendía por qué no había recibido la columna que le había mandado varias veces por e-mail la semana anterior. Luego descubrimos que cuando empecé a escribir su nombre, el AutoCompletar propuso para su caso una dirección ignota y secundaria de Gmail, por más que en la agenda del Outlook su dirección de e-mail correcta está marcada como dirección principal.
En el Word, como antes, hay una casilla de diálogo en la que se pueden cambiar los golpes de teclas en el caso de elementos que se usan mucho. En el Word 2011, sin embargo, a veces las nuevas disposiciones no "agarran". Es algo que simplemente no funciona. Microsoft dice que es consciente de todos los defectos que enumero aquí y que tiene la intención de solucionarlos a principios del año próximo. (La mayor parte de los comandos de correo faltantes, sin embargo, seguirá estando ausente.)
¿Cómo son las cosas, entonces? ¿"Conocían" esos defectos pero venden el software de todos modos?
Por supuesto, otras compañías lo hacen. Pero eso no hace menos indignante el hecho de que Microsoft lo haga.
Es posible que yo sea un usuario especializado y que mis expectativas excedan en mucho las del común de la gente. (También es posible que "todos" tengan sus propios recovecos favoritos y que descubran sus respectivos elementos defectuosos.)
Mientras tanto, es lamentable comprobar que el equipo Mac de Microsoft hizo un trabajo tan descuidado. Por lo que parece, prestaron atención a los elementos de más venta y dejaron que los recursos menores se desplomaran.
Por DAVID POGUE - The New York Times
Fuente: Clarin
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